TENGA
PARA QUE SE ENTRETENGA
José
Emilio Pacheco
México
(1939 - )
A
la hora del almuerzo el Bosque habÃa quedado desierto. No se
escuchaba rumor de automóviles en las calzadas ni trajÃn de lanchas
en el lago. Rafael se entretenÃa en obstaculizar con una ramita el
paso de un caracol. En ese instante se abrió un rectángulo de
madera oculto bajo la hierba rala del cerro y apareció un hombre que
dijo a Rafael:
ï€Déjalo.
No lo molestes. Los caracoles no hacen daño y conocen el reino de
los muertos.
Salió
del subterráneo, fue hacia Olga, le tendió un periódico doblado y
una rosa con un alfiler.
ï€Tenga
para que se entretenga. Tenga para que se la prenda.
Olga
dio las gracias, extrañada por la aparición del hombre y la
amabilidad de sus palabras. Lo creyó un vigilante, un guardián del
Castillo, y de momento no reparó en su vocabulario ni en el olor a
humedad que se desprendÃa de su cuerpo y ropa.
Mientras
tanto Rafael se habÃa acercado al desconocido y le preguntaba:
ï€Â¿AhÃ
vives?
ï€No:
más abajo, más adentro.
ï€Â¿Y
no tienes frÃo?
ï€La
tierra en su interior está caliente.
ï€Llévame
a conocer tu casa. Mamá ¿me das permiso?
ï€Niño,
no molestes. Dale las gracias al señor y vámonos ya: tu abuelita
nos está esperando.
ï€Señora,
permÃtale asomarse. No lo dejé con la curiosidad.
ï€Pero,
Rafaelito, ese túnel debe de estar muy oscuro. ¿No te da miedo?
ï€No,
mamá.
Olga
asintió con gesto resignado. El hombre tomó la mano a Rafael y dijo
al empezar el descenso:
ï€Volveremos.
Usted no se preocupe. Sólo voy a enseñarle la boca de la cueva.
ï€CuÃdelo
mucho, por favor. Se lo encargo.
ARGUMENTACIÓN Y
COMPLEMENTOS
Molina
El
fragmento propuesto pertenece a la obra El
Principio del placer,
libro de cuentos del escritor mexicano José Emilio Pacheco (1939- ).
Tenga para que se entretenga es un cuento que se puede catalogar
dentro de la literatura fantástica. Este ya forma parte del gran
repertorio de leyendas de la Ciudad de México, pues trata la extraña
desaparición nunca resuelta del hijo de una pareja adinerada de esta
ciudad, en el Bosque de Chapultepec.
Lectura
Atenta
TrajÃn:
acción de trajinar.
Trajinar:
andar
y tornar de un lado a otro con cualquier diligencia y ocupación.
Ralo
(a): dicho de una cosa cuyos componentes, partes o elementos están
separados más de lo regular en su clase.
Asunto
y tema
Asunto
En el bosque descansan Olga y Rafael. Olga, la madre, permite al
niño hacer todo lo que desea y no presta importancia a lo que el
niño hace; deja que un individuo extraño reprenda al niño; le deja
hablar con ése hombre e ir con él a otro lugar sin su supervisión.
Acepta objetos del hombre sin reparar en su extrañeza; asÃ
desaparece el niño ante los ojos de la madre.
Tema
La
permisividad de un adulto a cargo un niño y sus consecuencias
Apartados
El
apartado a)
comprende
las lÃneas 1-5 (desde A
la hora del almuerzo hasta
reino
de los muertos.)
El
apartado b)
comprende
las lÃneas 6-10 (desde Salió
del subterráneo hasta
de
su cuerpo y su ropa.)
El
apartado c)
comprende
las lÃneas 11-21 (desde Mientras
tanto hasta
gesto
resignado.)
El
apartado d)
comprende
las lÃneas 21-23 (desde El
hombro tomó hasta
Se
lo encargo.)
En
el apartado a)
predomina el descuido
de la madre hacia el niño.
En
el apartado b)
se presenta la ligereza
con la que ve al individuo.
En
el apartado c)
se demuestra la permisividad
de la madre al niño al dejarlo hablar con el individuo y la libertad
con que lo deja tomar sus propias decisiones.
En
el apartado d)
se
pone un relieve la facilidad
con que la madre confÃa
en el hombre y deja ir al hijo sin protestar.
Apartado
a)
A
la hora del almuerzo el Bosque habÃa quedado desierto.- Se
anuncia que no hay más gente que ellos en el bosque, está desierto,
normalmente alguien lo habrÃa pensado dos veces antes de decidir
quedarse en un lugar solitario. Además, debido a que era la
hora del almuerzo
en que se encontraban ahà ¿cómo es que accede la madre a descansar
unos momentos en ese lugar, sin nadie a quién poder acudir en caso
de que algún evento extraño se suscitara? Y más siendo una persona
tan importante de quien podrÃan sacar provecho.
No
se escuchaba rumor de automóviles en las calzadas ni trajÃn de
lanchas en el lago.- Se
reitera lo mencionado en la lÃnea anterior, el lugar está sólo y
aún asà la madre de Rafael permite que el niño se quede un rato
más, no se percata de que en caso de que algo ocurra no podrÃa
ayudarle nadie. No habÃa sonido ni de automóviles ni de lanchas, lo
que hacÃa el ambiente un tanto inquietante.
Rafael
se entretenÃa en obstaculizar el paso de un caracol.- El
niño se divertÃa interfiriendo en la vida del caracol, haciéndole
difÃcil seguir su camino. Esta lÃnea puedo que nos adentre un poco
más en lo que va a suceder a continuación.
En
ese instante se abrió un rectángulo de madera oculto bajo la hierba
rala del cerro y apareció un hombre que dijo a Rafael: De
improvisto sale este hombre de una manera extraña, se
abrió un rectángulo de madera oculto bajo la hierba rala, ninguno
de los dos, Olga o Rafael, se asustaron ante la aparición de ese
hombre y Olga no hizo nada por alejar al niño de él.
ï€Déjalo.-
Hay
que mencionar como sin más el hombre reprende al niño por jugar con
el caracol, déjalo,
de una manera directa y sin tomar en cuenta la presencia de la madre,
y ésta en lugar de defender al niño, deja hablar al señor.
No
lo molestes.- El
desconocido sigue regañando al niño, pero ahora pide que no moleste
al caracol, de la misma manera directa y cortante.
Los
caracoles no hacen daño y conocen el reino de los muertos.- Después
de leer las dos lÃneas anteriores, ésta puede parecer un aviso al
niño, y a la madre, para que deje de martirizar al animal y para que
la madre ponga más atención a su hijo, porque aun cuando el extraño
le dijo palabras tan fuertes al niño, la madre no se inmuto a hacer
nada para protegerlo. Más adelante en el cuento esta frase tiene
mucha importancia.
Apartado
b)
Salió
del subterráneo, fue hacia Olga, le tendió un periódico doblado y
una rosa con un alfiler: Estos
obsequios pudieron ser por parte del aquel hombre para poner a prueba
el cuidado que ponÃa Olga a su alrededor, en los detalles que
siempre dicen más que lo que se ve claramente.
Tenga
para que se entretenga. Al
darle el periódico el hombre le dice estás palabras, para
que se entretenga,
podemos decir que dado su estatus económico, la madre de Rafael no
tenÃa nada que hacer más que cuidar a su hijo, y aún eso lo tomaba
con mucha ligereza.
Tenga
para que se la prenda.
Al momento de darle la flor y un alfiler para que se la ponga en la
ropa, Olga en realidad no presta atención a la peculiaridad de los
objetos.
Olga
dio las gracias, extrañada por la aparición del hombre y la
amabilidad de sus palabras. Al
parecer, Olga nunca sospecha nada del raro individuo, acepta los
objetos que le dio sin prestarles importancia.
Lo
creyó un vigilante, un guardián del Castillo, y de momento no
reparó en su vocabulario ni en el olor a humedad que se desprendÃa
de su cuerpo y ropa. Si
ponemos atención, nunca parece de verdad centrada en lo que sucede
lo
creyó
un vigilante
a pesar de haber salido de debajo del suelo, por una trampilla, y aún
más no
reparó en su vocabulario ni en el olor a humedad… la
mujer simplemente no está en verdad presente.
Apartado
c)
Mientras
tanto Rafael se habÃa acercado al desconocido y preguntaba:
Aquà nos hace ver el autor como el niño sigue de cerca al hombre,
curioso, y se atreve inocentemente a comenzar a hacerle preguntas y
con el adverbio mientras
tanto
podrÃamos decir que el niño actúa independiente y lejos del
cuidado de su madre, que se encuentra todavÃa extrañado por la
aparición del hombre y su rara amabilidad.
ï€Â¿AhÃ
vives? Podemos
notar la curiosidad del niño, la inocencia con la que actúa y la
libertad con que se siente, pues su madre está cerca y lo deja
actuar como le apetezca.
ï€No:
más abajo, más adentro. Da
a conocer que no es de la superficie, se podrÃa decir, tiene
intención de intrigar al niño, hacerlo cuestionar más sobre el
lugar del que viene.
ï€Â¿Y
no tienes frÃo? El
niño sigue mostrando seguridad y se ve que sigue curioso, como todo
niño que ve algo fuera de lo común a su alrededor. La madre sigue
sin llamar la atención del niño o mostrar intenciones de retirarse.
ï€La
tierra en su interior está caliente. Algo
no está bien cuando leemos esto, en
su interior está caliente,
puede ser que el autor haya querido referirse al llamado infierno,
del cual se cuenta que hace un calor extremo.
ï€Llévame
a conocer tu casa.
En esta lÃnea se puede notar la libertad que le dan a Rafael sus
padres, pues más que pedir de favor es una orden llévame;
él está acostumbrado a que lo dejen tener lo que quiere, y esa
puede ser la razón por la que más que pedir, ordena.
ï€Mamá
¿me das permiso?
Después de haber pedido al desconocido que lo llevara con él, pide
aprobación a ti madre, pero pareciera que ya está decidido.
ï€Niño,
no molestes. La
madre se muestra muy tajante, no quiere problemas y al parecer es por
eso que pide al niño que no fastidies, mucho ya habrá sido quedarse
más tiempo de lo que pretendÃan en el bosque.
Dale
las gracias al señor y vámonos ya: tu abuelita nos está esperando.
Puede
que antes le haya dicho al niño, en pocas palabras, que lo olvidara,
pero ahora dejaba la respuesta abierta. Dale
las gracias al señor
pero gracias por qué, la mujer quiere irse del lugar sin tener que
lidiar con berrinches del niño y el pretexto es que su abuelita,
dándole
ese tono de cariño, para que el niño por sà mismo se olvide de la
idea de ir con aquel individuo desconocido.
ï€Señora,
permÃtale asomarse. El
individuo lo dice de una manera en que pueda ganarse su confianza, le
dice señora,
antes
de hacerle la petición, para demostrar respeto y que es una persona
de fiar. Pide que solamente lo deje asomarse,
asà también intenta dar a ver que no tiene malas intenciones. Se ha
dado cuenta que Olga es una mujer muy distraÃda y que el niño en
realidad es el que decide qué hace y qué no.
Al
decirle a la madre
no lo deje con la curiosidad, parece
haber dado en el clavo. Como todo infante, Rafael era un niño muy
curioso y no descansarÃa hasta ver lo que tanto le intriga. El
hombre nos demuestra lo hábil que es con la palabra, distrayendo con
ésta la atención de Olga.
ï€Pero,
Rafaelito, ese túnel debe de estar muy oscuro. ¿No te da miedo? La
madre intenta persuadir al niño para que no vaya y para esto intenta
asustarlo con el hecho de que el lugar al que va debe
estar muy oscuro
y después al hacerle la pregunta ¿No
te da miedo? Para
tratar de darle mar fuerza al hecho de que puede ser algo aterrador;
algo tÃpico cuando los padres no quieren que sus hijos hagan algo
para evitarse problemas.
ï€No,
mamá. El
niño es inocente, lo único que quiere es ir a darle un vistazo al
lugar desconocido del que salió aquél hombre que le obsequió unas
cosas a su madre. No sabe que algo podrÃa ocurrirle si va con ese
señor extraño.
Olga
asintió con gesto resignado. De
esta manera,
tomaremos
asintió
con
gesto
resignado
como prueba de que la madre de Rafael le daba demasiadas libertades,
qué madre dejarÃa a su hijo con un hombre que salió de un túnel
que se encuentra bajo el suelo. Olga no estaba consciente de lo que
podrÃa ocurrir, se le iban los pequeños detalles.
Apartado
d)
Después
de hablar con Olga y que ella cediera a que su hijo fuera con ese
hombre de otro lugar, sin más éste tomó
la mano del
niño y comenzó a bajar por el túnel, sin perder tiempo en lo
absoluto.
Con
el uso de volveremos
y
no
se preocupe,
el autor nos indica que el hombre está jugando con Olga, haciéndole
pensar que si volverá, que mantenga la calma porque su hijo está en
buenas manos. El despiste de la madre de Rafael se confirma con este
hecho, deja ir a su hijo y hasta mucho tiempo después se da cuenta
de los detalles que pasó de largo.
Se
ve claro, que aunque la mujer está preocupada por dejar al hijo ir,
no hace nada al respecto y sólo pide al hombre cuÃdelo
mucho que
se
lo encargo. Se
queda esperando a que vuelva Rafael con aquel hombre raro.